Wednesday, January 23, 2013

Dialogando con mi lengua

Hoy tenía que haber sido como uno de esos días en los que los pensamientos se acaban perdiendo en el tiempo al pasar cuando no se comparten con nadie, pero hoy había algo diferente en ellos. Han surgido con la fuerza necesaria como para dirigir mi mano lo bastante rápido antes de evaporarse en la nada.

Quizá esa fuerza proviene de la frustración interna que vengo sintiendo des de hace ya algún tiempo por no poder transmitir como solía hacerlo. No me considero una persona extremadamente vergonzosa y quizá incluso me atrevería a decir que a veces, depende de la situación y de la compañía, soy hasta parlanchina. Aunque ahí radica el problema y es que mi comportamiento se ha radicalizado en tantos aspectos que ya no me es sencillo reconocerme.

Diversas disciplinas podrían justificar esto que siento, aunque yo elijo echarle la culpa a las habilidades lingüísticas que muchos jóvenes adquirimos hoy en día, es decir, la variedad de idiomas que llegamos a manejar. Quizá parezca extraño que utilice el verbo “manejar” cuando podría usar el verbo “hablar” pero espero poder aclarártelo.

Y es que una persona puede hablar varias lenguas y eso es relativamente “sencillo” y seguro, lo complicado y peligroso para uno mismo des de mi punto de vista es tener que aprender a manejar distintas lenguas para construirte una identidad si es que lo necesitas. Por ejemplo, que vivas entre dos países o que debas moverte dentro de otra cultura con otra lengua diferente a la vez que lo haces en la tuya propia, porque es ahí donde comprendes que no solo necesitas conocer la lengua para relacionarte sino también sus normas sociales, su "background" como dirían los anglosaxones.   

Debo reconocer que aquí estoy asumiendo algo, algo que me delata en muchos aspectos y es que creo que el lenguaje nos define, nos ayuda a crear un marco donde apoyar nuestra forma de ser, de vivir, de pensar, de entender..... aunque a la vez también nos limita.

Lo que intento de alguna manera desvelar aquí es como ese buscarnos a nosotros mismos que parece que experimentemos continuamente se vuelve más complejo cuando manejas varias lenguas. Si modificamos constantemente nuestras estructuras lingüísticas, estamos modificando a la misma vez nuestras estructuras mentales y como consecuencia nuestra identidad.

Y esto me lleva muy a menudo a identificarme con la pieza de Tetris que avanza sin freno cambiando su forma para encajar en una estructura que se acerca de una forma aterradora; aunque la diferencia entre esa pieza de Tetris y yo es que ella no es consciente y yo sí.


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